Como Agua para el Mate

Mi historia con los préstamos personales es esta... Mi hijo comenzó la universidad y estaba muy entusiasmado con su carrera de Ingeniería Informática, siempre le atrajo mucho la tecnología, pero lamentablemente no tenía una computadora para estudiar, él trabajaba en la tarde-noche para cubrir los gastos de su universidad y para aportar algo para la casa. Como madre me daba mucha tristeza ver lo tanto que se esforzaba y la verdad una computadora le sería muy útil y le facilitaría mucho el aprendizaje. Se acercaba el día de su cumpleaños y pensé que ese podría ser el mejor regalo para él. Busqué por Internet y había una promoción en Compumundo pero el pago era al contado, rápidamente pensé en los adelantos en efectivo, porque siempre te sacan de estos apuros. Contacté a través de su sitio web con una empresa argentina que ofrece este servicio. Me sorprendió la rapidez con la que atienden, son muy atentos y los intereses los puedes calcular tu misma a través de una aplicación...

Siempre me gustó ser manicura desde pequeña jugaba con las pinturas de mi mamá y ya de joven me arreglaba yo misma, me hacía dibujos y siempre traía mis uñas impecables, trabajaba toda la semana, pero los sábados y domingos los tenía libre por lo que me dije “que mejor forma que generar dinero extra haciendo algo que me guste”. Tenía ahorros, pero eran para un caso de emergencia en cambio a un préstamo personal lo podría pagar en cuotas así que saqué cuentas y decidí pedir un préstamo en efectivo  para comprar los equipos e implementos para poder brindar este servicio. Estaba mirando publicaciones de Facebook cuando vi el anuncio de los créditos que se pueden solicitar por Internet de una empresa argentina. Les escribí preguntando lo que debía hacer para obtener uno, me atendió una chica y muy cordialmente me explicó todo y también me orientó para que bajara una aplicación y calculara los intereses.  Mi solicitud fue aprobada y me otorgaron el adelanto sólo con el DNI...

Los préstamos personales te salvan en momentos inesperados de la vida cotidiana, en momentos difíciles que no encuentras como dar solución a un problema. Yo siempre he sido de las que piensan mucho antes de solicitar un préstamo en efectivo, pero resulta que hace dos meses enfermé y tuve que faltar al trabajo, estaba muy mal a penas me podía levantar y me ausenté una semana, pude justificar mi ausencia pero cuando llegó el día del pago como era de esperar me habían descontado, con el sueldo pagué el alquiler, algunas cuentas y tarjetas y sabía que no llegaría a fin de mes, así que decidí solicitar un adelanto por Internet hasta que mi economía se volviera a restablecer. Justamente en Facebook había visto la publicidad de unos préstamos en línea, por lo que no lo dudé y me comuniqué con ellos. Lo primero que pregunté es qué tiempo demoraban para otorgarme el efectivo, pues estaba contra el reloj y me dijeron que máximo eran 72 horas. Me pareció muy bueno, bajé una apli...